Cabeceros tapizados
Los cabeceros tapizados son unos elementos que se pueden convertir en el foco de la habitación. En este tipo de casos, el resto de la decoración se construye a su alrededor aportando un estilo único, a la par que proporciona confort al descansar. Los cabeceros son unos accesorios que no pasan de moda gracias a su funcionalidad y la gran variedad de opciones disponibles.
Mucho más que un elemento decorativo
Aunque, a primera vista, los cabeceros puedan parecer un simple elemento decorativo, se trata de un objeto que cumple una función clave en el descanso. Se convierte en una barrera aislante que te separa de la pared para lograr un mejor descanso. Esto se refleja, especialmente, en invierno, cuando ayuda a evitar que se escape el calor a través de la pared. Si eres de los que gustan de dormir con el brazo bajo la almohada, el cabecero evitará el contacto directo con la pared.
Para los amantes de la lectura o si eres fan de sentarte en la cama, el cabecero de tela se convierte en el respaldo perfecto para mantener una buena postura y estar aislado. Además, los tejidos con los que se fabrica aumentan el rozamiento de la almohada para evitar que se desplace mientras duermes. Por último, esta estructura te posibilita evitar el impacto con la pared ante los movimientos que realizas al dormir.
Cabeceros con diferentes opciones de anclaje
A la hora de elegirlo, puedes optar entre diferentes opciones para fijarlas en su lugar. Lo primero es la altura. Existen modelos que parten desde el suelo y otras opciones que empiezan a la altura del somier. Estos últimos buscan más la funcionalidad que la decoración y suelen ser más estrechos.
Si escoges un modelo que se apoye en el suelo, no suele resultar necesario fijarlo a la pared, pues la presión del somier hace de ancla. Pero, si quieres una mayor tranquilidad, cuentan con la posibilidad de incorporar unos anclajes especializados. En el caso de los que parten de la altura de la base, es necesario fijarlos.
Cabeceros tapizados acordes al diseño de la habitación
En cuanto a las opciones de diseño, lo ideal es apostar por cabeceros tapizados de colores neutros y diseños elegantes. Esto permite que tengas más libertad a la hora de elegir el resto de la decoración. Además, si, en algún momento, quieres dar un giro al dormitorio, estos tonos lo aceptarán sin problemas.
Unos de los acabados más clásicos, en cuanto a la textura, son las tachuelas. Estos diseños disponen de diferentes densidades y dan un toque distintivo al conjunto de la estancia.
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