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Descubre cómo limpiar un cabecero de tela paso a paso

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Una de las tareas para tener nuestro dormitorio a punto es la limpieza de los elementos decorativos, como por ejemplo tu cabecero de cama. Hay que tener en cuenta sus características y materiales para no dañarlo. Hoy te contamos cómo limpiar un cabecero de tela.

El cabecero de cama es la guinda del pastel del equipo de descanso. Existen diferentes tipos y modelos entre los que puedes elegir en función de tus preferencias. Un cabecero de tela tiene una mayor durabilidad y aporta una suavidad y calidez extra, pero por contra, es más difícil de mantener en óptimas condiciones.

Una vez escoges tu cabecero de cama, ¡es hora de mantenerlo impoluto! Hay muchas cosas que pueden afectar a la limpieza de tu cabecero, desde la grasa natural del pelo y sudor de la piel hasta las mascotas o roces al uso. Para que no pierda luminosidad y mantenerlos en su mejor versión es importante realizar limpiezas regulares. Existen muchos tipos de cabeceros, pero a continuación te damos algunos consejos para mantener los cabeceros de tela limpios y en buen estado durante mucho más tiempo.

Cómo limpiar un cabecero de tela paso a paso.

Retira el polvo.

En primer lugar, asegúrate de retirar el polvo con un aspirador. Recuerda usar el accesorio del aspirador adecuado, normalmente incluyen un cepillo pequeño de cerdas blancas, que es perfecto para cumplir con esta función.

Pasa un trapo húmedo.

Humedece un trapo con agua templada (que no esté muy mojado) y pásalo por el cabecero con un poco de jabón neutro. Puedes insistir más en las zonas en las que haya alguna mancha suave.

Limpiador de manchas.

Si tiene manchas más visibles, puedes usar algún producto fabricado para esta finalidad y este tipo de material. Asegúrate de su composición y presta atención a las indicaciones. Es importante que no utilices ningún producto abrasivo, pues podría dañar el color o materiales del cabecero. Puedes probar antes poniendo el producto en contacto con alguna parte del cabecero que no sea visible para asegurarte de que no lo estropee.

Seca la superficie. 

Una vez hemos finalizado la limpieza, es fundamental secarlo, ya que podría dejar rastros del trapo e incluso por la humedad llegar a oler mal. Puedes usar un ventilador de pelo para secarlo más rápido o dejarlo al sol, durante un periodo de tiempo corto, además de secarlo pronto matarás las bacterias o microorganismos.

Además, hay varias cosas que puedes hacer para mantener tu cabecero en el mejor estado el mayor tiempo posible.

Mantenimiento de un cabecero de tela.

  • Evita que esté en contacto con la humedad o en ambientes húmedos.
  • Protégelo de la exposición prolongada al sol.
  • No uses productos que puedan dañar el material para limpiarlo.

Si sigues estos consejos en tus limpiezas regulares y mantienes los cuidados del día a día, tu cabecero lucirá como nuevo durante más tiempo. 

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