Sandra Gómez

Sandra Gómez: “Soy la única persona en España que tiene un AMA (Women’s EnduroCross Championship 2015), y a pesar de ello tuve que escribir una carta porque no podía acabar el campeonato”

 

Madrileña de 23 años, amante del esquí, correr, escalar, bici de montaña y carretera, natación, caminar, quemar gasolina, la fisioterapia –estoy estudiando la carrera, creo que aún me quedan algunos años– y la historia.

 

¿Cómo es ser una campeona del mundo que casi no llega a fin de mes? Tu carta “Ayuda a Sandra Gómez” da que pensar en lo difícil que están las cosas en el deporte femenino.

Sin el “casi”. Vivo con mis padres a mis 23 años. Aquí en España es normal, pero en América es más raro. La carrera me la pago yo, pero sin la ayuda de mis padres no podría. Por desgracia está todo así. Ser campeona del mundo o estar en el Top 5 da lo mismo. La carta la publiqué porque estaba a punto de ganar el campeonato americano y me había quedado sin dinero. En el mundo del motociclismo este campeonato está más valorado que el mundial. Soy la única persona en España que tiene un AMA (ganó el Women’s EnduroCross Championship 2015), y a pesar de ese sueño cumplido tuve que escribir una carta porque no podía acabar el campeonato.

La Federación Internacional de Motociclismo cambió el reglamento del Mundial solo dos meses antes de su celebración para pagar solo a los hombres ¿Cómo te sentó que se te negara tu premio?

El premio era mínimo, al ser 6 en la final el premio eran 600 euros. Pero esa cantidad a mi me cubre gastos de avión, de hotel… No suma mucho pero resta a final de mes. No se entiende por qué quitan el premio de las mujeres y no tocan el de los hombres. Muchas veces me he planteado dejarlo, pero sigues porque te gusta. Busco donde sea para poderlo costear, al final hasta donde llegue, aguantaré. En un campeonato no solo cuenta la preparación, la alimentación o la moto, también es suerte. Muchas veces mis amigos se plantean cosas que, si no les salen, lo dejarían… Y yo les digo que si este año no me sale el campeonato del mundo, ¿ya lo tengo que dejar? ¿Ese es el planteamiento que nos hacemos de nuestros sueños? Hay que perseguirlos y pasarlo bien sobre todo, que por eso lo hacemos.

¿Cuáles son los valores que han marcado tu trayectoria?

La amistad, que es un gran componente en el mundo del deporte y la rivalidad, que es la que nos mantiene al 100% cada día.

¿Y el hito de tu vida del que te sientes más satisfecha?

El Campeonato del Mundo de Superenduro 2016 y el Campeonato americano (AMA), que fue iniciativa mía. Yo había ido a Estados Unidos a otra competición, al mundial de Trial, y hablé con la marca porque me apetecía participar en el campeonato americano al año siguiente. Lo fuerte fue que en septiembre me rompí el pie y no pude participar en el de Trial. Acabé corriendo 3 carreras sin poder andar, iba con muletas. Aún así viajaba sola porque no había dinero para que nadie viniese conmigo. Me fui sola y viajé sola todo el año. Por eso lo siento mío al 100 %. La marca me pagaba los hoteles, la moto y las piezas. Los billetes de avión los pagaba yo. De allí salió la carta que escribí para pedir ayuda.

En tu opinión, ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la mujer hoy?

No buscamos igualdad, buscamos tener nuestro hueco. Mi hermano es piloto profesional de motos igual que yo, mi palmarés es un poco mejor que el suyo y él puede vivir por sí mismo; pero yo no. El reto, a la larga, porque desgraciadamente a mi no me va a tocar, es que una piloto mujer pueda tener las mismas condiciones que un piloto hombre. No que tenga más facilidades, sino que pueda tener las mismas opciones.

¿Cuál es el consejo más importante que te han dado? ¿Y el que tú darías?

Que todo lo que hago lo hago por mi. Los huesos que me rompo, soy yo la que los soporta, la que entrena cada día soy yo. Parece que haces las cosas por otro pero la esencia es que te gusta y lo haces por ti. Y el que yo daría: mucha gente trabaja en cosas en las que no es feliz y no comparto esa manera de vivir.

¿Y la mujer a la que más admiras?

Como motorista, a Laia Sanz, porque nos ha abierto muchas puertas y puede vivir del mundo del motor. Y a Lindsey Vonn, una esquiadora que ha conseguido poner el esquí femenino en un alto nivel.