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¿Cómo lavar las diferentes almohadas?

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Pasamos muchas horas en contacto con la almohada. La calidad de nuestro descanso depende en gran medida de ella. Por eso, es imprescindible mantenerlas en buen estado y lavarlas con regularidad

Las almohadas han evolucionado mucho en las últimas décadas. En la actualidad, existe en el mercado una amplia oferta según el material del que están hechas, de diferentes firmezas, alturas, tamaños, etc. Por lo que, el mantenimiento es diferente según qué tipo de almohada utilices.

En este artículo te vamos a contar cómo puedes lavar las almohadas para que se mantengan en perfectas condiciones y garantice el mejor de los descansos.

Lo primero que debes de hacer antes de lavar una almohada, sea del tipo que sea, es leer la etiqueta del fabricante. En ella encontrarás las instrucciones para su limpieza. 

¿Cómo lavar almohadas viscoelásticas?

En el caso de las almohadas viscoelásticas, lo más habitual es que no se puedan meter en la lavadora, excepto algunos modelos concretos en los que el fabricante así lo indica, como nuestra almohada visco lavable Quena. Por eso, la mayoría de las viscoelásticas se venden con una funda protectora, que sí se puede lavar tantas veces como haga falta y que mantiene todas sus propiedades como el primer día. 

¿Significa eso que no hay que preocuparse por su limpieza? No, en absoluto. Hay algunos trucos que puedes poner en práctica para mantenerlas en perfecto estado:

  • Funda protectora: utiliza siempre, siempre, siempre una funda protectora de la mejor calidad. Hará de barrera contra el polvo, los ácaros, células muertas de tu piel o líquidos. Asegúrate de elegir una funda transpirable y lávala frecuentemente. 
  • Airéala a diario: la ventilación hará que la humedad no se acumule y prolongará la vida útil de tu almohada viscoelástica.
  • Aspírala suavemente con regularidad, para eliminar polvo y ácaros. También puedes frotarla o peinarla con un cepillo suave.
  • Manchas y derrames: limpia de inmediato con un paño limpio, húmedo pero muy escurrido y con jabón suave, frotando con delicadeza. Evita los productos químicos y las lejías. Deja que se seque completamente antes de volver a enfundar tu viscoelástica.

Aunque la frecuencia recomendada para cambiar una almohada viscoelástica puede variar dependiendo de diversos factores, como el uso, el cuidado y la calidad del material, en general, se sugiere considerar cambiarla cada 2 o 3 años. 

Si ha llegado el momento de renovarla, encuentra aquí la almohada viscoelástica que se adapte a ti.

¿Cómo lavar almohadas de látex?

El látex es un material delicado, por lo que es importante evitar la utilización de productos químicos fuertes, lejía o agua caliente, ya que pueden dañar las almohadas, pero ¿puedes lavar tu almohada de látex a mano? Al igual que con las visco, te recomendamos consultar lo que recomiende específicamente en la etiqueta el fabricante. Te dejamos algunas recomendaciones básicas para lavar tu almohada de látex:

  1. Antes de nada, retira la funda, si el modelo lo permite, y lávala por separado según las instrucciones de lavado en la etiqueta. Generalmente, se puede lavar en una lavadora convencional.
  2. Limpieza superficial: es recomendable eliminar el polvo y la suciedad usando una aspiradora con accesorio de cepillo suave o un paño húmedo.
  3. Lavado a mano: debido a la sensibilidad del látex, y si la almohada lo permite, se recomienda lavarlas a mano en lugar de a máquina. Llena un barreño con agua tibia con un detergente suave y sin blanqueador. Mezcla el agua para formar espuma y frota con mucha suavidad.
  4. Sumerge las almohadas: si están muy sucias, coloca las almohadas de látex en el agua y presiónalas suavemente para sumergirlas. Deja que se empapen durante unos minutos.
  5. Limpieza suave: cuando estén sumergidas, realiza movimientos suaves y circulares para limpiarlas con tus manos o un paño suave. Presta atención a las manchas o áreas más sucias.
  6. Enjuague: después de limpiar las almohadas, enjuágalas completamente con agua tibia para eliminar cualquier residuo de detergente. Asegúrate de que no queden restos de jabón, ya que pueden afectar la calidad del látex.
  7. Elimina el exceso de agua: evita torcerlas, ya que esto puede dañar el látex. En su lugar, presiona suavemente las almohadas con las manos para eliminar el agua.
  8. Secado: este último paso es crucial para mantener la forma y calidad del látex. Coloca las almohadas en una superficie plana y deja que se sequen al aire en un lugar bien ventilado, lejos de la luz directa del sol y de fuentes de calor. Gira las almohadas periódicamente para asegurarte de que se sequen uniformemente. Asegúrate de que están completamente secas antes de volver a utilizarlas.

Como ves, el mantenimiento es muy similar a la de las almohadas viscoelásticas. Procura renovarla con la frecuencia recomendada por el fabricante: aquí puedes buscar la almohada de látex que mejor se ajuste a tus preferencias.

¿Cómo lavar almohadas de fibra?

Para lavar almohadas de fibra, al igual que te hemos recomendado con el resto de tipos de almohadas, primero verifica las instrucciones del fabricante.

Las recomendaciones más habituales para lavar almohadas son:

  • Retira la funda y límpiala por separado siguiendo las indicaciones de lavado en la etiqueta. 
  • Puedes realizar una limpieza superficial con una aspiradora o un paño húmedo para eliminar el polvo y la suciedad de tu almohada de fibra si ves que está limpia y no amarillea (si amarillea, te contamos en el siguiente apartado cómo actuar).
  • Si la almohada de fibra es apta para lavadora, colócala en la máquina en un ciclo suave con agua tibia y un detergente neutro. 
  • Si las almohadas no son aptas para lavadora, lávalas a mano sumergiéndolas en agua tibia con detergente igualmente neutro. Frota suavemente y enjuágalas completamente para eliminar el jabón. Sigue los pasos que hemos anotado en el apartado anterior, sobre cómo lavar las almohadas de látex.
  • Por último, elimina el exceso de agua presionando suavemente las almohadas y deja que se sequen al aire en una superficie plana o utiliza la secadora a baja temperatura si es seguro según las instrucciones del fabricante.

Recuerda siempre asegurarte de que las almohadas estén completamente secas antes de usarlas nuevamente.

Lavar las almohadas cuando están amarillas

En el caso de que amarillee la funda, aquí tienes la solución para recuperar su blancura.

Todas las almohadas se desgastan y pueden empezar a amarillear con el paso del tiempo, ya sea por el sudor o por la propia grasa de la piel y del cabello. En estos casos, hay algunos remedios caseros que puedes poner en práctica para mantenerlas limpias, siempre y cuando la etiqueta del fabricante no especifique lo contrario:

  1. Remojar en agua tibia con detergente: llena un recipiente grande con agua tibia y añade detergente suave. Remoja la almohada en esta solución durante 1 hora. Luego, frota suavemente las áreas amarillentas con un cepillo de cerdas suaves. Enjuaga bien la almohada con agua limpia y déjala secar completamente.
  2. Bicarbonato de sodio y vinagre: espolvorea bicarbonato de sodio sobre las áreas amarillentas de la almohada y rocía un poco de vinagre blanco sobre el bicarbonato de sodio. Verás que se forma una mezcla efervescente. Deja que actúe durante unos 30 minutos y luego frota suavemente con un cepillo de cerdas suaves. Enjuaga bien y deja secar la almohada.
  3. Limón y luz solar: exprime el zumo de un limón y aplícalo directamente sobre las manchas amarillas. A continuación, coloca la almohada al sol durante varias horas para aprovechar las propiedades blanqueadoras naturales del sol y el limón. Finalmente, enjuaga la almohada y déjala secar completamente.

En caso de que las manchas persistan o la almohada no recupere su apariencia, es posible que sea necesario considerar la compra de una almohada nueva. Llegado ese momento, no dudes en venir a tu tienda Bed’s más cercana para que nuestros asesores te ayuden en la búsqueda y puedas probar las mejores almohadas.

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